Friday, November 26, 2010

Confirmación

En mayo escribía lo siguiente: "Hoy salió el resultado: microcalcificaciones entre otras cosas. No entiendo de medicina. Pero tengo este "don" que quizá, por crueldad también, me lo diste. Sé que eso es el principio del terrible anuncio del resurgimiento del cáncer en mi amada. Estoy SEGURO. O, como mayor duda, podría darse un error en la prueba que obligara a un nuevo examen. Pero un alectura positiva de los resultados? Imposible".

Bueno, siete meses después, las microcalcificaciones han aumentado y el encargado del análisis de la mamografía recomienda una biopsia. El médico tratante, con buen tino, recomienda una evaluación adicional. He llamado a mis padres para que prendan una vela a la patrona paucartambina, en un rezago o arribismo religioso, por desesperación. Lo harán, rezarán, con la abuela.

Sin embargo, en mi camino el sendero está labrado hacia un destino que, aunque deploro, sé que llegará. Y ello es porque, simplemente, hay algo que en mi interior me indica esto. Y, aunque no me considero pitonizo ni nada por el estilo, sé que el futuro, presumo más cercano que lejano, es ese cuadro doloroso de su muerte y la orfandad de mis hijos. Un hecho natural, simplemente, naturaleza pura, material. No por gusto desde sus padres vienen arrastrando estos problemas de salud; su hermana con problemas, nuestro hijo igual, ella con este mal mortífero. Quisiera no usar esta palabra, pero nuestra historia está siendo desgraciada. La naturaleza que me dio salud física, pero un alma profundamente enferma.

Dios no existe, mejor, no entendería yo por qué tendría que permitir tanto dolor, no solo el mío, ya grande, sino y por sobre todo el de mis hijos. Y, además, tanto dolor en el mundo. Dios es un vacío, la nada. Mejor. La naturaleza no puede ser ni justa ni injusta. Es, simplemente.

El único mensaje que puedo extraer de todo esto es que, como se dice en la canción que cuelgo, "debo ser fuerte y seguir adelante, porque sé que mi lugar no está aquí en el cielo".


Thursday, November 11, 2010

Deplorable continuidad

He visto el primer post de este blog y, casi con terror, aprecio que lo único que tiene continuidad en mí es el dolor, la desesperación, la desesperanza, la resignación de seguir caminando, muerto en vida, condenado a la nada, al anonimato de una pulga. No soy más que eso. Hoy venía pensando justamente en lo que es el fracaso más absoluto: ser extremadamente ambicioso en cuanto a objetivos (premio nobel, presidencia de la república) y no tener ni la capacidad ni la voluntad para trabajar por alcanzar esos objetivos. Esa es la combinación del fracaso absoluto, de la derrota en la medianía. Claro, como mis padres y mis amigos dirán, he logrado mucho. Yo sonreiré y sabré que he logrado lo que justamente es indispensble para que los demás no se percaten de mi fracaso, pero ante mis ojos he fracasado incluso en mi voluntad de fracasar, de acabarme, de terminar de una buena vez.

Wednesday, November 10, 2010

Cárcel total

Estoy viviendo una vida que simplemente es una cárcel: no he podido saber por lo menos qué quiero, profesionalmente soy una estafa y como padre y esposo soy también un disparo al aire. Nuevamente creo que mi vida es vana y la verdad es que terminarla sería lo mejor para mí; el mundo no se afectaría en lo mínimo, soy totalmente irrelevante, pero sí mi familia, que es a la que he dañado con mis actos y omisiones, pero también con el quiebre de los sueños que nunca tuve y menos construí.