Monday, September 22, 2008

El futuro recrudece mis temores

Me abandoné a la esperanza, a los sueños, a la fe de que nada pasaría. Pero, ayer, examinando la columna del pequeño me di con la clara evidencia de que la curvatura ha avanzado y de que, por tanto, la sentencia del médico tratante es concluyente: tendrá que haber cirugía. Le pasé, aferrándome a una fe que no me inunda demasiado, con el alcohol en el que se yacen unos petálos que mi padre rescató en el templo del anda de la Virgen. Esperamos este primer milagro. Y después restan otros más, solament4e con relación a él.

Y, claro, está también la salud de mi esposa, se sigue avanzando con las quimioterapias, todo aparentemente marcha bien. Ella, demosytrando su enorme fortaleza, está muy bien de ánimo, soportando con tremenda hidalguía, el tratamiento, las transformaciones que se dan en su anatomía.

Por mi parte, estoy tratando de no dramatizar demasiado. Soy débil y no quiero que esa debilidad afecte a mi esposa. Pero me asaltan los temores de que el cáncer resurja. Tengo mucho miedo, las palabras de este primo oncólogo resuenan como un puñala: el límite entre la zona infiltrada y la zona sana era de solo 3 mm. Dios santo, qué sucederá. Si a ella le pasa algo, la vida será mucho peor. Mis hijos necesitan mucho de ella, de su paz, de su serenidad. Es más, el tratamiento, las terapias de nuestro pequeño hijo han sido posibles gracias a ella y su perseverancia, su don de gente. Quizá este año empieza a reventar todo en mi mundo.