Tuesday, December 08, 2009

Mayores señales

Destino trágico. Ayer veía la película china Vivir y, en conclusión, cuando el "destino" es trágico, no hay posibilidad de escapar de él.

Mi esposa me pidió hoy que nos tomemos unas fotos con nuestra hija menor, con su toga. Ha estado muy entusiasta en celebrar, aunque sea pequeñas cosas. Es como si quisiera (en términos de su padre ya fallecido) aprovechar todos los instantes.

Todo esto me da que pensar, además de otras señales, de que el destino (su muerte y mi soledad y la de mis hijos ante la vida) son invetiables, cosa de un breve tiempo.

Claro, la fe en Dios empequeñece y sé, con esta terrible y asesina seguridad, que eso ocurrirá.

Dios, Mamacha Carmen, ayúdanos a que eso no llegue. Te lo imploro, Virgen del Carmen, ya no en mi nombre (a mí probablemente haya, muchos motivos por los que destruirme), sino en el de mis hijos y en el de mi propia esposa. Ayúdanos, ten piedad. A mí, destrúyteme, tortúrame, pero no hagan eso con mis hijos, con mi esposa.

Thursday, December 03, 2009

Tiempos difíciles

Mi esposa se muestra sana y diría yo hasta recuperada. Ha surgido otro problema: estoy sumamente irascible hacia ella. Todo lo que haga o diga me mortifica, me fastidia y, constantemente, la agredo verbalmente.

Y esto me hace sentir muy mal conmigo mismo, pues siento que es como que yo no apoyo a su recuperación o, incluso, perjudico ese proceso.

Anoche veía una película y en una propaganda se vio a una persona en una cama de un hospital y a su pareja asistiéndole. Y él anuncio fue algo así como que el 2010 empezamos de nuevo. Tengo miedo. Tengo miedo de que ella recaiga. Tengo miedo de que se muera y no sé qué haría yo por mis hijos, pues, aunque la critivco por todo, es el soporte de mi familia.

No sé si la quiero. Es algo que creo que está en cuestión. No me atrevo a decir que no, tampoco. Pero hay algo que no está funcionando. Es más, estoy pensando en aquella mujer con la que me involucré. Y claro es totalmente irracional, pues mi esposa no está en condiciones siquiera de pensar en luchar por mi; ahora está viviendo un momento en el que debiera preocuparse por sí misma.

Tengo miedo de lo que suceda, siempre malos presagios o un pesimismo que me hunde.