Saturday, September 04, 2010

Nos vamos muriendo

Es tan simple: si dios no existe, todo lo que sucede se puede explicar a partir de lo azaroso del devenir de la naturaleza; por tanto, todo lo "bueno" o lo "malo" que nos sucede es simplemente parte de ese devenir natural o, en todo caso, producto de nuestra actuación voluntaria (como seres humanos tenemos esa capacidad de actuar voluntaria y conscientemente). Una enfermedad será producto del desarrollo natural del cuerpo humano específico del que se trate o, en todo caso, del juego de agentes exógenos si se trata de sustancias que estimulan esas enfermedades; no podemos culpar entones a nadie de l0 que sucede, pues eso obedece al acontecer azaroso de nuestra existencia.

Sin embargo, si algún dios existe, no resulta lo mismo. Y en el caso del dios cristiano, es incomprensible cuando sostienen los creyentes que, primero, dios sabe lo que hace siempre y, al mismo tiempo, que nos deja en libertad para actuar. Así, dios sabrá por qué enferma a un niño antes incluso de que este nazca y lo tortura, más o menos intensamente, durante el transcurso de su corta o larga vida. Alguna religión sostiene que esto es por el karma de los padres; es decir, dios castigando a los padres con el dolor que puede ocasionar la enfermedad del niño. ¡Qué del niño entonces?, ¿qué importancia tiene esa criatura para ese dios? Luego, se entiende que la biblia esté llena de acontecimientos en que dios no duda de castigar a un pueblo disponiendo matanzas que afectan incluso a los niños.

En fin, la idea de dios, hasta hoy, se me hace, aunque le tenga un pavor enorme, bastante primitiva. Lo único que realmente he aprendido de la religión es el temor a dios que nos enseñaron desde niños. Más que tener siquiera la esperanza de que exista, tengo miedo de ello.