Monday, March 23, 2009

La inminencia del "destino"

Hoy leía que hay quienes quieren vivir en el pasado y quienes quieren vivir en el futuro, cuando lo único real es vivir en el presente. Eso es cierto, pero no puede negarse que, sobre todo, el futuro seduzca e intrigue a la humanidad, que, de muchas formas, busca conocer lo que el futuro le de parará individual o socialmente.
Frente a la "fatalidad" está el concepto de "libertad" por el cual se supone que construimos nuestro camino, día a día. Pero es cierto también que, ante nuestra ignorancia respecto a lo por venir, sucumbimos a la tentación de abandonarnos en interpretaciones mágicas y nuestra debilidad, el miedo a lo desconocido, nos hace implorar a las divinidades ante las que nos refugiamos.
Lo real es que la vida, mientras tanto, sigue su rumbo, simplemente. Y los milagros, si suceden, son eso, excepciones a las reglas.
La salud de mi hijo va mostrando sus cartas y seguramente en pocos meses tendremos que resignarnos a una operación de su columna. ¿Qué vendrá después? Es tan incierto. La salud de mi mujer es también un misterio. ¿Qué sucederá?, ¿cuál será el futuro de mi familia? El tiempo, solo el tiempo, nos dará la respuesta.

Tuesday, March 17, 2009

Un síntoma raro

Hoy mi mujer desperó y me dijo que anoche le vino una sensación rara (de ardor o de quemazón interna en el seno izquierdo). CLaro le dije que buscara al médico y que le contara.

Tengo mucho miedo. Le hago la vida tan imposible que, en realidad, seguramente merezco el castigo más severo de un Dios en el que no creo sino al que temo. Pero por qué mis hijos tendrían que sufrir ese dolor, ¿qué han hecho ellos?

Es doloroso. Tengo mucho miedo. Temo que el cáncer se esté regenerando.

Sunday, March 01, 2009

Sueños y pesadillas

Un amigo me dice, fiel a su filosofía, que cada quien atrae lo que sueña, lo que desea. Visto desde esa perspectiva, no sé qué dolores y qué sufrimientos más me aguarden, pues desde niño no he hecho más que temer el dolor, los males, los sufrimientos. Es decir, desde niño, he ido aguardando las mayores miserias del mundo. Para ser justo, yo imaginaba escenarios terribles, que muchas veces no se han dado, sino a escala menor.
Pero ahí está la enfermedad de mi hijo, una silenciosa bomba de tiempo que puede tener explosiones ramificadas o, quién sabe, también una gran explosión final. Es tan incierta la enfermedad que lo único que hay que decir es que, gracias a la vida o a Dios o a la naturaleza, durante estos sus casi 7 años, felizmente, su vida ha sido, dentro de márgenes más o menos amplios, normal. Pero hoy me sorprendió una terrible pesadilla, que traduce uno de mis mayores temores: que las convulsiones febriles que lo atacaron hasta los dos años o algo más, vuelvan ahora y lo ataquen en otros escenarios ya no relacionados con la fiebre. Tengo miedo. Mucho miedo. Le he pedido a Dios, con la pobreza de mi fe, que no suceda. Se lo he implorado. Pero han vuelto los versos del CHe a mi memoria: no ores más a un dios que toda una vida mintió a tu esperanza. Quizá esta es parte de la venganza de Dios, aterradora de solo imaginarla, dando golpe certero tras golpe certero, ahí donde más duele y más daño causa. Exacto. Puntería infalible. ¿Se dan cuenta? SI aquello de la ley de atracción es aplicable a la vida, yo debiera estar bañado de dolor y de muerte. Y a pesar de ello creo que tan mal tampoco nos ha ido. En fin. Mi pensamiento es aterrador. Desde aquí, pedirle a DIos porque evite que eso suceda. Te lo pido Dios. Misericordia y bendición para ese niño, que su carga no se vuelva más pesada. Libéralo, por favor.
Por otro lado, otro dolor enorme el de mi mujer y su cáncer. ¿Se habrá curado? ¿Cómo saberlo? En que lugar misterioso aguardará el mal para ejecutar su nueva emboscada.

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