Tuesday, December 08, 2009

Mayores señales

Destino trágico. Ayer veía la película china Vivir y, en conclusión, cuando el "destino" es trágico, no hay posibilidad de escapar de él.

Mi esposa me pidió hoy que nos tomemos unas fotos con nuestra hija menor, con su toga. Ha estado muy entusiasta en celebrar, aunque sea pequeñas cosas. Es como si quisiera (en términos de su padre ya fallecido) aprovechar todos los instantes.

Todo esto me da que pensar, además de otras señales, de que el destino (su muerte y mi soledad y la de mis hijos ante la vida) son invetiables, cosa de un breve tiempo.

Claro, la fe en Dios empequeñece y sé, con esta terrible y asesina seguridad, que eso ocurrirá.

Dios, Mamacha Carmen, ayúdanos a que eso no llegue. Te lo imploro, Virgen del Carmen, ya no en mi nombre (a mí probablemente haya, muchos motivos por los que destruirme), sino en el de mis hijos y en el de mi propia esposa. Ayúdanos, ten piedad. A mí, destrúyteme, tortúrame, pero no hagan eso con mis hijos, con mi esposa.

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